Waltraud Hofer intérprete de conferencias, traductora y miembro de AIIC
Ya que los intérpretes y traductores siempre tenemos que estar al día y seguir las noticias para estar informados, me dediqué durante estos últimos días de la Eurocopa a leer una gran cantidad de artículos de fútbol.
El fútbol da para mucho, alimenta conversaciones, puede provocar debates intensos, peleas, es creativo, puedo gustar o aburrir a la gente. Pero lo que me llamó mucho la atención es la creatividad que emplean muchos periodistas a la hora de describir los partidos y las jugadas, las muchas figuras retóricas que utilizan para redactar artículos llenos de gracia. He encontrado metáforas, hipérboles, aliteraciones e ironía. Algunas metáforas consiguen realmente arrancar sonrisas si nos las imaginamos al pie de la letra, como p. ej., la de un periodista del periódico italiano La Repubblica: “Gli inglesi buttano dentro Jack Grealish, un mattoide col cerchietto tra i capelli, capace ogni tanto di strane elettricità.” (Los ingleses lanzan al campo a Jack Grealish, un personaje loco con una cinta en su pelo, que de vez en cuando consigue emitir una electricidad rara). Me imagino como desde el banquillo, lanzan a este jugador dejándolo caer en medio del campo.
Esta otra frase tampoco es para menos. “Primero, porque Verratti y Barella someterían a Rice y Phillips a un hostigamiento desconocido en esta Eurocopa”. Veo en mi mente a estos jugadores italianos azotando a los jugadores ingleses con una vara.
Descubrí aliteraciones “La Azzurra, resistente y con remangue” (El País), hipérboles en un artículo de La Repubblica cuando comparan las manos del portero italiano Donnarumma con grandes palas de un molino de viento: “L’uomo grande come un mulino e che mulina le braccia come gigantesche pale ha ormai un suo repertorio di classici”. O cuando lo comparan con la montaña Everest “… perché lui è l’Everest di questa squadra”. (Porque él es el Everest de este equipo). El diario AS ha creado hasta un neologismo “Donnarummazo en Wembley”. Tampoco se queda corto el periódico “La Repubblica” con su “Donnarummissimo”.
Qué serían todos estos artículos sin las muchas metáforas que aportan un toque de creatividad como las que encontré en La Vanguardia. “No era fácil la tarea italiana, que requería de una paciencia extrema para intentar desarbolar una tela de araña que parecía hecha de acero.”
“Italia arañaba pero no tenía uñas y se fue al descanso con un par de disparos en la mochila”.
“Y salía Inglaterra de la cueva con más corazón que fútbol.”
“Para cuando (Italia) se quitó el chándal ya le había caído el mazo inglés.”
“Chiesa e Insigne interpretaron de maravilla que debían jugar a rienda suelta, barrer todo el frente de ataque.”
“Había comenzado la final con seísmo.”
Los periodistas italianos juegan también con la metáfora de la sangre: “..poi però è arrivato il gol di Bonucci che ha rimesso sangue nelle vene di tutti” (Pero luego llegó el gol de Bonucci que volvió a inyectar sangre en las venas de todos) o comparan a la selección italiana a un gato inmortal “Eppure l’Italia è una specie di gatto immortale, vede i fanali del camion sulla statale ma riesce a scansarsi.” (Italia que es como un gato inmortal que ve las luces del camión acercarse en la carretera pero consigue esquivarlas). Divertida es también la imagen de las piezas de Lego con las que un periodista italiano del diario La Repubblica compara a los jugadores que según él son “intercambiabili come i pezzi del Lego.”
Tampoco faltan las referencias al lenguaje bíblico con la travesía por el desierto en referencia al éxodo de los Israelitas de Egipto: “Inglaterra, a la que se presume mayor talento, se fue a la lona y perpetúa su travesía por el desierto.” (La Vanguardia)
Muchos periodistas recurren a la mitología griega como un periodista de La Vanguardia cuando compara a la selección italiana con el ave Fénix que resurge de las cenizas:
“No hay selección como Italia capaz de resurgir de sus cenizas”.
No pocos periodistas tiran de la literatura y hacen referencia a novelas para transmitir su mensaje. “Creyó Southgate que con la fórmula del Arsenal de los 70 y 80 que tan bien relata Nick Hornby en su maravilloso Fiebre en las gradas le iba a bastar pero se equivocó de cabo a rabo”. “A Gareth Southgate le quedaba un capítulo del manual por explorar”.
Frecuentes son también las referencias de los periodistas a la ciencia: “… después se fueron a dilucidar si la ciencia y el ensayo bastaban para derrotar a la angustia” (El Páis). “Hay momentos del fútbol que no son reproducibles en el laboratorio”. O La Repubblica que utiliza la imagen de las células que se reproducen: “Gli azzurri sono cellule che si moltiplicano”.
En la final entre Inglaterra e Italia tampoco podía faltar la ironía guiñando el ojo a la reina de Inglaterra: “Dio consoli la Regina, che di grattacapi ne ha già parecchi”, (La Repubblica) (Que Dios consuele a la Reina porque ya tiene suficientes quebraderos de cabeza).
Otra metáfora muy poética es la del sastre napoletano capaz de coser el equipo: “… con Harry Kane a cucirla (la squadra) come un sarto napoletano.” (La Repubblica)
En el diario El País, he identificado varios ejemplos de utilización de metáforas bélicas o de conquista:
“Horas después de que Messi asaltara Maracaná, Italia tomó Wembley.”
“…fue con el cuchillo entre los dientes Bonucci.”
“Italia, suda que suda, asumió el papel de resistente, a la espera de clavar un puñal.”
“Libre de marca, el carrilero del United había llegado libre al segundo palo para acribillar a Donnarumma en el minuto dos.”
El fútbol para muchas personas no representa solo un deporte si no una filosofía de vida que provoca reflexiones que otras formas de organización social ya no consiguen. Por ello, voy concluyendo este artículo con otra metáfora más bien filosófica que ve a la selección italiana inmersa en la búsqueda de su futuro, en un viaje de vuelta hacia si misma:
“Italia a cercarsi il futuro, un guizzo, il viaggio di ritorno verso sé stessa.” (La Repubblica)